domingo, 26 de agosto de 2007

Modernos ataques contra la familia

UNA CONTRIBUCIÓN A LA PASTORAL DE "MATRIMONIO Y FAMILIA" P. Carlos M. Buela VE


III. LA AUTORIDAD EN LA FAMILIA
La autoridad no es algo malo, sino bueno y "muy bueno", por cuanto viene de Dios, como lo manifestó N.S. Jesucristo a Pilato: "No tendrías poder alguno sobre mí si no te hubiera sido dado de lo alto" (Jn 19,11), y como lo enseña San Pablo: "Todos estén sometidos a las autoridades superiores. Porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y cuantas existen han sido establecidas por Dios. De modo que quien desobedece a las autoridades, desobedece a la ordenación de Dios. Por lo tanto, los que tal hacen, ellos mismos se acarrean la condenación" (Rom 13,1-2).
La autoridad familiar, por lo tanto, debe ser respetada, honrada y obedecida, "como obedeciendo a Dios y no a los hombres" (Col 3,23).
Opiniones sobre la autoridad familia¨:
- Algunos afirman que toda autoridad es mala, y por eso la combaten, como los anarquistas;
- otros sostienen que tiene que desaparecer, como algunos liberales;
- los marxistas dicen que es alienante (donde ellos no dominan);
- para los freudianos es fruto del complejo de Edipo;
- los roussonianos pretenden que se origina en el libre consentimiento de los componentes de la familia;
- otros la diluyen en un puro y vacío servicio, en el que sólo se hace el gusto de los súbitos, como en el democratismo demagógico, civil o eclesial, que sólo busca "halagar los oídos" (cf. 2 Tim 4,4).
Y es que el hombre moderno, en general, se rebela "contra cualquier forma de autoridad o de preeminencia y de estructura prevalente", porque los hombres, como dice Chesterton:
"en la acción de destruir la idea de la autoridad divina, hemos destruido sobradamente la idea de la autoridad humana".

Doctrina de la Iglesia.
Muy otra es la doctrina católica sobre la autoridad familiar: "La potestad de los padres de familia tiene cierta expresa imagen y forma de la autoridad que hay en Dios, 'de quien trae su nombre toda paternidad en los cielos y en la tierra'(Ef. 3,15)".
Jesús enseña que quien tiene la autoridad debe servir, pero no en el rango inferior de felpudo, sino en la categoria de padre, en el seno de la familia.

Subversión de 1a autoridad familiar
La actual subversión de la autoridad en la familia es grave. Lo veremos en tres niveles respecto de los padres, respecto de los esposos y respecto de los hijos.

EN LOS PADRES
Hoy en día es común ver a los padres inhibidos para mandar.
Con la excusa de ser amigo del hijo –lo que no está mal– el padre se convierte en amigote, en compañero de patota, en compinche, cuando no en cómplice, y esto está muy mal
Los padres se han vuelto incapaces de castigar y, por lo tanto, impotentes para educar, ya que al hombre se lo educa premiando lo que hace bien y castigando lo que hace mal.
Así como hay toda una campaña contra la autoridad familiar, porque viene de Dios y porque es necesaria para que la comunidad "no se disuelva y se vea privada de lograr el fin para el que nació y fue constituida". Hay igualmente toda una campaña en contra del sano ejercicio de la autoridad, como es el castigar prudentemente las faltas.
Como no es mala la autoridad, tampoco es malo el justo ejercicio de la misma. León XIII enseña:
"Esta autoridad toma de Dios no sólo el origen y la fuerza, sino que recibe también necesariamente su naturaleza y su índole. De aquí que el Apóstol exhorte a los hijos a 'obedecer a sus padres en el Señor y a honrar a su padre y a su madre, que es el primer mandamiento con promesa' (Ef 6,1-2)".


La corrección educativa
Cuando la corrección y el castigo se efectúan en forma prudente y dosificada se convierten en poderosos auxiliares de la educación. Para ello, es muy útil tener presente aquel dicho:
"Si basta para corregir una mirada, no hagas un gesto; si basta un gesto, no digas una palabra; si basta una palabra, no pegues un grito; si basta un grito, no des una penitencia...".
El autor de la Epístola a los Hebreos se pregunta: "¿Qué hijo hay a quien su padre no corrige?" (Hebr 12,7). Y en otra parte enseña el Espíritu Santo: "El que ahorra la vara aborrece a su hijo; mas quien le ama, le corrige continuamente" (Prov 13,24).
Es claro que este castigo debe ser proporcional a la falta y debe ser mejor en menos que en más. Luego de hacerle tomar conciencia al hijo de lo que hizo mal, es muy provechoso preguntarle qué castigo se merece. El niño, que tiene un gran sentido de la justicia, generalmente se impone un castigo más grande del que le impondría el padre. Aquí es cuando éste debe aprovechar la ocasión para disminuir el castigo, juntando la misericordia a la justicia.
El castigo no debe ser muy largo y debe ser oportuno: si no se aplica en el momento dado, mejor es no aplicarlo que aplicarlo más tarde. Pero, sobre todas las cosas, el castigo debe ser medicinal, o sea ,que remedie y no que exacerbe. Por lo tanto, si el padre está airado, será mejor que suspenda el castigo, porque seguro que se excederá, inutilizando así el poder educativo de la corrección, que ya no brotará del amor paterno en pro del bien del hijo, sino del mal humor o de los nervios, lo que más bien sabe a venganza, a despecho e, incluso, a egoísmo.

Subversión de la corrección
Todas las falsas razones esgrimidas por ciertos psicoanalistas y pedagogos en contra de la autoridad de la familia, como ser: "los tiempos nuevos"; la "diferencia generacional'; "no crear traumas", etc., no son más que excusas para formar hijos degenerados.
Como expresión paradigmática de todo un ambiente disolvente de la autoridad, advirtamos lo subversivo y destructor de un escrito de Kahlil Gibran, cuyas obras se venden prácticamente en los kioscos de todo Buenos Aires, sobre todo por estar revestido de un cierto ropaje poético:
"Tus hijos no son tus hijos". ¿Serán del lechero? ¿O son hijos de nadie? ¿O quiere que sean del Estado?
"No vienen de ti, sino a través de ti". Esto es considerar a los padres como meros medios, como es un caño o un colectivo. ¿Acaso los hijos no son carne de la carne y sangre de la sangre de sus padres? ¿O los padres no son el verdadero principio y origen de sus hijos?
– "Aunque estén contigo, no te pertenecen". O sea dales de comer, de beber, de vestir, de estudiar, dales cariño y dales dinero, pero no te preocupes si se hacen ladrones, homosexuales, guerrilleros o drogadictos...
Lo cual es como decir: debes ser ciego, sordo, manco y mudo en todo lo que se refiere a tus hijos...
- "Puedes darle tu amor, pero no tus pensamientos, pues ellos tienen sus propios pensamientos". Nótese cómo habla del amor, pero anula el segundo aspecto del fin primario, es decir, educar cristianamente a los hijos.
– "Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti". O sea: pasen los padres el día jugando a los soldaditos, a las muñecas, a la rayuela, al Don Pirulero, al balero... pero no exijan a sus hijos que estudien, ni que trabajen, ni que sean ordenados, ni que sean limpios, ni que se sujeten a un horario, ni que asuman responsabilidades según sus posibilidades. Es decir, ¡una educación liberadora ejemplar!
Quiero narrar una anécdota personal que manifiesta la necedad de esta mentalidad adversa a la autoridad, que se ve forzada a reconocerla de hecho, a pesar de su negación verbal. Al poco tiempo de ser ordenado sacerdote, fui a celebrar la Santa Misa a una comunidad de religiosas. Al terminar, me quedé conversando un rato con ellas. Ingenuamente, pregunté quién era la Superiora. Se miraron entre ellas, y riendo, me respondió una: –"Padre, entre nosotras no hay Superiora, porque significaría que las demás somos inferiores". Quedé cortado y, a la vez, intrigado, y volví a preguntar: "Pero, ¿cómo llaman a la que coordina todo, a la que hace de cabeza?". A coro contestaron "Responsable". No pude contenerme y les dije: "Perdonen, Hermanas, pero eso significa que todas Uds. son unas irresponsables". Se quedaron serias y no pude menos que sonreirme con fruición, ante una bobería más del progresismo
Concluyendo: reafirmemos la autoridad familiar de los padres. Según una encuesta, la razón del auge tan grande de la delincuencia infanto-juvenil se debe a la desaparición de la autoridad paterna en la familia. Asimismo, algunos psicólogos denuncian como una de las causas de la sodomía la falta de autoridad en la familia, porque buscan al padre o a la madre que no tuvieron, ya que éstos fueron débiles.

EN LOS HIJOS
Correlativa de la crisis de autoridad en los padres es la crisis de obediencia en los hijos.
Aquí también nos encontramos con toda una diabólica campaña para llevar a los hijos a la rebelión contra sus padres, tratando de liberarlos de la tutela paterna y materna. En modo particular, se busca exacerbar la independencia natural que los jóvenes comienzan a tener en la pubertad y primera adolescencia, para apartarlos totalmente de sus progenitores y captarlos para las ideas disolventes.
Conviene recordar que el adoctrinamiento subversivo y marxista no comienza en la universidad, sino en los colegios secundarios –y antes, también primarios– aprovechando el fenómeno biopsicológico de la crisis de afirmación juvenil y de la originalidad del yo.
Al cortarse los sagrados vínculos, de sangre y de afectos, el joven no sólo se halla indefenso frente a la agresión de ideologías subversivas, sino que sufre una profunda deformación en su personalidad. Y esto es explicable, porque según Santo Tomás, la familia es el segundo útero. Y así como el hombre necesita del primero para existir, ser alimentado, tener un "clima" propicio, estar protegido y desarrollarse, así también necesita normalmente de la familia para existir, para sobrevivir, para madurar como persona humana, para alimentar su espíritu con el aprendizaje de todas las virtudes, para no exponerse prematuramente a los peligros que acechan en la vida pública, en una palabra: para aprender a vivir y a amar.
Así como abortar es dejar a la persona en estado de feto, análogamente podemos decir que –salvo excepciones y sólo por razones justas– apartar prematura y totalmente a los hijos de sus padres es hacerlos abortar del segundo útero y condenarlos de por vida a ser fetos en el orden psíquico y afectivo. El elocuente testimonio de los delincuentes juveniles no hace sino confirmarlo.
Pero hay todavía una intención más aviesa. Una vez destruidos los lazos sagrados que unen al hijo con sus padres carnales, resulta muy fácil destruir los lazos sagrados que unen al hijo de Dios por adopción con su Padre Celestial. La proyección de uno a otro caso se realiza incluso inconscientemente. Si un hijo no ama, no respeta, obedece ni honra al padre a quien ve, ¿acaso amará, respetará, obedecerá y honrará a Dios Padre, a quien no ve? (cf. Jn 4,20).
También, como señala San Pablo, se puede recorrer el camino en sentido inverso, como en aquellos que, por negar a Dios, el mismo Dios los entrega "a su réprobo sentir que los lleva a cometer torpezas y a llenarse de toda injusticia", entre las que el Apóstol señala el ser "rebeldes a sus padres" y "desamorados" (Rom 1, 21; 28, 30-31). Ese será un pecado característico de los últimos tiempos (cf. 2 Tim 3,1 y ss.).
Toda esta campaña contra la obediencia filial se concreta en cientos de slogans falaces, repetidos aquí y allá, en distintas formas, pero con idéntico fin. Algunos de ellos, entre muchos:
- "Los padres son antiguos": cuando resulta que esto se explica, como dice Chesterton, "por el sencillo hecho material perceptible aun para los intelectuales, de ser los hijos, por regla general, más jóvenes que los padres", como ha ocurrido desde Adán y Abel hasta nuestros días, y como ocurrirá hasta el último hijo...
- "Los padres no comprenden a sus hijos": generalmente los comprenden mucho mejor que ellos a sí mismos, ya que tienen más experiencia y gracia de estado para ello.
- "Los padres tienen que cambiar": lo que significa, más o menos, que deben obedecer a sus hijos y convertirse en muchachitos, como esos eternos Don Fulgencios, que luchan denodadamente a fuerza de masajes, dietas, tinturas y cremas para ser más jóvenes y más modernos que sus hijos, rodeándose de cierto aire de despreocupación y ligereza propias de los jóvenes, cuando, en realidad, viven obsesionados por la aguja de la balanza y por el insobornable espejo denunciador de arrugas.
- "Los padres mandan cosas injustas": esto se dice generalmente cuando les mandan algo que los hijos no quieren obedecer, olvidándose del consejo de Martín Fierro:
"Obedezca el que obedece y será bueno el que manda".

Defectos de los padres
- En nada excusa de los deberes filiales el hecho de que los padres no tengan estudios primarios o secundarios: muchos no tuvieron la posibilidad de hacerlo y quienes se avergüenzan de sus padres deberían recordar siempre que si ellos saben algo se lo deben al sacrificio de sus padres.
- Otros se avergüenzan de sus padres porque son pobres: olvidan que en la vida todos no tienen las mismas posibilidades ni los mismos talentos y que la pobreza digna es una gran riqueza.
- Otros tienen la desgracia de tener padres viciosos (alcohólicos, jugadores, mujeriegos, etc...); en vez de denigrarlos, harían mucho mejor en ayudarlos y observar lo que hacen de malo para no caer ellos mismos en esos vicios el día de mañana.
- Otros tienen a sus padres peleados entre sí: en lugar de despotricar contra ellos y sacar ventaja de tal situación –obteniendo permisos, regalos, etc. de uno o de otro–, deberían ser el vínculo de la paz, rezando mucho a Dios y pidiéndole que los una nuevamente en el amor (conocí a un joven que rezó durante más de ocho años, pidiendo esa gracia que parecía imposible, y Dios le concedió a sus padres muchos años de estable y feliz concordia). Es un gravísimo error empujar a los cónyuges a la separación para que no den mal ejemplo con sus peleas a los hijos. Salvo casos excepcionales, mucho más mal les hace a los hijos el saber que sus padres están irremediablemente separados. Mientras estén juntos, aunque peleados, siempre les queda a los hijos la esperanza de que algún día comiencen a quererse bien.
- Los que tienen a sus padres separados, luchen por no guardar rencor en su corazón. Antes que juzgarlos, trabajen en la virtud para ser buenos padres el día de mañana, teniendo la certeza que las desavenencias de los padres no se heredan, porque, si bien condicionan, no determinan.

La desobediencia a los padres
Las consecuencias para quienes desobedecen a sus padres son muy graves, porque se oponen a Dios, al no cumplir su Voluntad, expresada en el cuarto mandamiento de su santa ley, y, por lo tanto: -no se santifican;
-se les va llenando el corazón de resentimiento contra sus padres, contra la sociedad y contra el mismo Dios;
-viven mezquinamente, sin grandeza de alma;
-son egoístas e ingratos para con el amor más desinteresado que existe: el de los padres;
-se incapacitan para ser buenos padres el día de mañana; y
-se convierten en los eternos frustrados.
De ahí que Nuestro Señor no dejó de recordar el precepto de los antiguos:
"Quien maldijere a su padre o a su madre, sea muerto" (Mt 1 5,4).

Y San Pablo: "Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto es agradable al Señor" (Col 3,20; cf. Ef 6,1; 1 Tim 5,4; etc.).
El único límite que tiene la obediencia a los padres es la voluntad de Dios, puesto que se debe "obedecer a Dios antes que a los hombres" (Act 5,29), debiendo los padres abstenerse de mandar aquello que sea pecado grave, o intentar torcer una vocación divina, etc.

"Resucitar" el amor conyugal

ENTREVISTA CON MONSEÑOR CORMAC BURKE, (extracto)JUEZ DE LA ROTA ROMANAPor Antonio Orozco

Supongamos que estamos ya en plena crisis. ¿Cómo se activa, en la práctica, la "resurrección" del amor? La humildad --que es andar en verdad, como escribió magistralmente Santa Teresa-- dispone a reconocer el valor del otro cónyuge como lo que es; y permite lo que el orgullo o el egoísmo impiden: la dignidad de pedir perdón. Lo normal es que las murallas se desplomen con un "perdóname, estaba cansado, nervioso, no sabía lo que me hacía o decía...". Entonces, la otra persona reconoce --es preciso que así sea-- que también tenía parte de culpa, y vence a su vez el propio orgullo, y abre paso a la oportunidad de que se restablezca el amor. Se debe perdonar en todo; eso es amor.

REGLAS PARA CONFRONTARSE

Estas son diferentes versiones de las llamadas "Reglas para arreglar diferencias".



REGLAS PARA CONFRONTARSE


DAVID VISCOTT (How to live with another person -1976)


1. Procure no iniciar una confrontación sin antes saber por qué está ofuscado.
2. Antes de enfrentarse piense en qué es realmente lo que quiere lograr.
3. Si van a discutir, busquen un tiempo y un lugar adecuados en que cada uno pueda decir lo que quiera, pero sin causarle molestias innecesarias al otro.
4. Comiencen las discusiones con el ánimo de resolver los problemas.
5. Procuren no manipular la culpabilidad del otro.
6. Si durante la confrontación se siente apabullado por el otro, dígalo y reclámele que le permita decir lo que piensa sin ser interrumpido.
7. Disponga de tiempo para hablar y definir las diferencias.
8. No busque peleas con el ánimo de conseguir atención.
9. Cuando escuche al otro, trate de comprender lo que el otro quiere decir y por qué.
10. A veces es útil que los contendientes expresen por escrito sus diferencias, especialmente cuando el conflicto duele tanto que arriesga a llevarlos a peleas inútiles que sólo empeorarían las cosas.
11. En lugar de insistir en tener la razón más vale admitir que uno puede estar equivocado. Hay que buscar la verdad.


REGLAS PARA ENFRENTARSE CON LEALTAD
(John Wright - La Survie du Couple - 1986).
1. Sepan cuándo y dónde van a enfrentarse.
2. Definan por qué están encolerizados, antes de iniciar el enfrentamiento.
3. Enfréntense por problemas que puedan resolverse. Por los otros no vale la pena.
4. Limítense a un asunto cada vez.
5. Concéntrense en el tema y no en cuestiones secundarias.


REGLAS PARA LOGRAR PELEAS CONSTRUCTIVAS
(George Bach - The intimate enemy - 1969)
1. Elijan la hora y el lugar de común acuerdo.
2. Proyecten su enojo sobre cuestiones del momento presente y no sobre el pasado.
3. Definan por qué se enfrentan.
4. Sean lo más transparentes posible.
5. No traten nunca de ganar.


SIETE REGLAS DE EQUIDAD PARA OBSERVAR EN MEDIO DEL FRAGOR DE LA PELEA.
(John Wright - La survie du couple)
Regla 1. Utilicen el pronombre personal "yo" y responsabilícense de lo que dicen y piensan. Eviten esconderse en el colectivo "nosotros los hombres", "nosotras las mujeres", "nuestra familia".
Regla 2. Llamen a su compañero por su nombre. Eviten utilizar términos injuriosos y pronombres indefinidos. Por ejemplo, decirle idiota, borracho, pretencioso, "poca cosa", provoca que el otro ataque más fuerte como reacción al insulto. Decir "uno piensa", "uno quiere", "a cualquiera se le ocurre", es esconderse en lo general y no expresar sus propias ideas y sentimientos.
Regla 3. Verifique qué es lo que en realidad piensa y siente la otra persona. No trate de adivinarlo ni se base en suposiciones.
Regla 4. Mire en forma objetiva la manera como Ud. mismo actúa. Para esto le será muy útil grabar lo que dice cuando disputa con otra persona o haciéndolo delante de observadores neutrales.
Regla 5. Precise bien cuáles son las quejas que tiene contra el otro.
Regla 6. A cada queja agregue cuál es exactamente el cambio que Ud. quiere del otro.
Regla 7. Reconozca la parte de responsabilidad que tiene en el origen del problema y en la solución que propone. No haga recaer sobre el otro toda la culpa del asunto.


REGLAS PARA DISCUTIR EN FORMA CONSTRUCTIVA
RUTH WOLF (Consejera Matrimonial israelí)
"No hay que abandonar el campo de batalla, porque quien huye de las discusiones no hace más que eternizar los problemas".
1. Mirarse a los ojos.Sentarse el uno frente al otro, cara a cara. Evitar pelear mientras uno lava los platos y le da la espalda al cónyuge, quien mientras tanto lee el diario.
2. Buscar el momento adecuado.No tiene sentido empezar la discusión cuando uno de los dos tiene prisa por irse a trabajar o vuelve agotado de la oficina. En ese caso el enfrentamiento se convierte en una pelea destructiva.
3. Centrar el tema de la pelea.No es lo mismo plantear veinte temas al tiempo que centrarse en problemas presentes, uno a la vez, sin lanzarse acusaciones sobre el pasado.
4. Evitar acusar y responsabilizar al otro de la situación.Más bien explicar las propias necesidades y proponer cambios.

REGLAS PARA ENFRENTARSE
(versión Encuentro de Novios)
1. No ponerse apodos denigrantes.
2. No meter a terceros en la pelea.
3. No traer cosas del pasado.
4. Definir el tema y mantenerse en él.
5. No dar golpes bajos (no aprovecharse de los puntos débiles del otro).
6. Mantener el buen humor.
7. No irse a dormir peleados.
8. Tomarse de las manos y mirarse a los ojos.
9. Quienes los han visto pelearse tienen el derecho de verlos reconciliarse.

lunes, 20 de agosto de 2007

NO TE METAS EN MI VIDA

NO TE METAS EN MI VIDA

Ésta frase caló hondamente en mí, tanto, que muy frecuentemente la recuerdo en la relación de padres he hijos y me imaginaba yo siendo aquel Padre y lo que le respondería a Mi Hijo.

HIJO, YO NO ME METO EN TU VIDA, TU, TE HAS METIDO A LA MÍA !!

Hace 17 años, gracias a Dios, y por el amor que mamá, y yo nos teníamos, llegaste a nuestras vidas, ocupaste nuestro tiempo, durante casi tres meses, mamá se sintió mal, no podía comer, todo lo que comía lo devolvía, y tenía que guardar reposo; Yo tuve que repartirme entre las tareas de mi trabajo y las de la casa para ayudarla.
Ya no podíamos ir a todas las reuniones, no frecuentábamos tanto a los amigos, de hecho de muchos de ellos nos separamos por ti...
Los últimos meses, antes de que llegaras a casa, mamá no dormía y no me dejaba dormir, yo tenía que despertar temprano para ir a trabajar, mas sin embargo me tenía que esforzar por ser paciente y ayudar a mamá a que se sintiera mejor, para que tú estuvieras bien.
Los gastos aumentaron increíblemente, tanto que gran parte de lo nuestro se gastaba en ti: En un buen medico que atendiera a mamá y la ayudara a llevar un embarazo saludable, en medicamentos, en la maternidad, en comprarte todo un guardarropa, mamá no veía algo de bebé, que no lo quisiera para ti, una cuna, un moisés, una carreola, todo lo que se pudiera con tal de que tú estuvieras lo mejor posible.
Ni siquiera me di cuenta cuando deje de comprarme cosas para mi, y tu sabes que los equipos de sonido y PC´s son mi delirio.

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
Llegó el día en que naciste, hay que comprar algo para darles de recuerdo a los que te vinieran a conocer, ( DIJO MAMÁ), hay que adaptar un cuarto para el bebé.
Desde la primera noche no dormimos. Cada tres horas como si fueras una alarma de reloj nos despertabas para que te diéramos de comer, otras te sentías mal y llorabas y llorabas, sin que nosotros nos sintiéramos tranquilos, pues a veces no sabíamos que te sucedía y hasta llorábamos contigo

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
Todas las enfermedades te dieron y nosotros tuvimos que suspender muchas de nuestras salidas; Mamá ya estaba muy bien arreglada para ir a alguna reunión (Después de meses de no salir) , yo estaba a punto de pasar por ella y me llamaba, cambio de planes, el niño tiene temperatura, no podremos ir. .
. .

...NO TE METAS EN MI VIDA?
Empezaste a caminar, yo no sé cuando he tenido que estar más detrás de Ti, si cuando empezaste a caminar o cuando creíste que ya sabías. Ya no podía sentarme tranquilo a leer el periódico o a ver el partido de mi equipo favorito, porque para cuando acordaba, te perdías de mi vista y tenía que salir tras de ti para evitar que te lastimaras.

. .. . NO TE METAS EN MI VIDA?
Todavía recuerdo el primer día de clases, cuando tuve que llamar al trabajo y decir que no podría ir, ya que tú en la puerta del colegio no querías soltarme y entrar, llorabas y me pedías que no me fuera, tuve, que entrar contigo a la escuela, que pedirle a la maestra que me dejara estar a tu lado ese día en el salón para que fueras tomando confianza, después de tanta confianza que tomaste, hasta te olvidaste de mi, la mayoría de las veces no sólo ya no me pedías que me fuera, te olvidabas de despedirte cuando
bajabas del auto corriendo para encontrarte con tus nuevos amiguitos.

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
Del colegio, recibía muy seguido notas: no hace caso, es indisciplinado, pelea con los demás, no quiere hacer sus tareas, se la pasa en los sanitarios, rayó la libreta de su compañerito, se lastimó un pié, se rompió una mano...... y aparte tengo que pagar para que asistas?
Fuiste creciendo y contigo fueron creciendo las aventuras, al grado que un día tuve que suplicar al director que no te expulsara.

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
La vecina apenas me veía llegar y se acercaba para decirme: su niño, rompió un cristal de mi casa, rayó la pared, pelea con mi hijo etc.
Seguiste Creciendo, querías ir muy aprisa, te urgía conocer todos los lugares de diversión de la ciudad, apenas tenias 13 y ya querías ir a todas las fiestas de tus amigos que cumplían 15, ya no querías que te lleváramos a tus reuniones, nos pedías que una calle antes te dejáramos y pasáramos por ti una calle después, por que ya eres "cool", no querías llegar temprano a casa, te molestabas si te marcábamos reglas, no podíamos hacer comentarios acerca de tus amigos, sin que te volvieras contra nosotros, como si los conocieras a ellos de toda la vida y nosotros fuéramos unos perfectos desconocidos para ti; préstame el auto, me decías y me sentía el peor padre del mundo por no hacerlo

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
Constantemente mamá tiene que estar acomodando las mismas cosas de tu cuarto (incluso fuera de el), pues ella las arregla un día y al otro tiene que volverlo a hacer pues ya están desordenadas.

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
Han pasado meses y las calificaciones no llegan, mamá y yo no queremos preguntarte para que no haya más problemas, pero de la escuela nos han llamado, hay que ir a hablar con la maestra, porque has reprobado y si no te apuras no aprobarás el curso.

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
Cada vez sé menos de ti por ti mismo, sé mas por lo que oigo de los demás, ya casi no te gusta platicar conmigo, dices que nada más te estoy regañando, y todo lo que yo hago esta mal, o es razón para que te burles de mi, pregunto, con esos defectos te he podido dar lo que hasta ahora tienes, seré entonces tan tonto y torpe ser humano? mamá se la pasa en vela y de pasada no me deja dormir a mí diciéndome: que no has llegado y que es de madrugada, sólo me buscas cuando hay que pagar algo o necesitas dinero para la
escuela o salir; o peor aún, te busco yo, cuando tengo que llamarte la atención.......

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
Hoy me han llamado y me han dicho: Se ofrecerá, una misa de acción de gracias, para todos ustedes, con ocasión de que su hijo ha concluido sus estudios superiores; tú, me avisaste con desinterés, como si no te importara que yo asistiera, más sin embargo para mí ha sido una gran noticia, que me hace sentir MUY FELIZ. CÓMO ME LO VOY A PERDER, ME DIJE A MÍ MISMO, Y AQUÍ ESTOY.

. . . NO TE METAS EN MI VIDA?
Sin duda a ésta frase y a mi reflexión cada uno de ustedes papás, pueden añadir grandes anécdotas, pueden corregir y aumentar y hasta cambiar el sentido, pero no quiero ni imaginar el hecho de que ustedes hubieran decidido no meterse en la vida de sus hijos, qué hubiera pasado.
De seguro algunos de ellos no estarían aquí. Si solo se hubieran metido inicialmente y luego hubieran abandonado la tarea, de alimentar, de educar, de cuidar; etc.. Muchos de estos hijos no habrían logrado ninguna meta a pesar de sus esfuerzos.
Si los papás no cuidaran lo que hacen, a dónde van y con quién, quizá muchos ya no estarían entre nosotros, o quizá estarían en un hospital o prisioneros de algún vicio..
Pero estoy seguro que ante estas palabras . . . NO TE METAS EN MI VIDA., podemos responder juntos:

HIJO, YO NO ME METO EN TU VIDA, TU TE HAS METIDO EN LA MÍA, Y TE
ASEGURO, QUE DESDE EL PRIMER DÍA, HASTA EL DÍA DE HOY, SOY EL HOMBRE MÁS FELIZ.

PAPÁS, GRACIAS POR METERSE EN LA VIDA DE SUS HIJOS, PORQUE GRACIAS A ELLO AHORA PODEMOS VERLOS REALIZADOS EN UNA ETAPA MÁS DE SU FORMACIÓN.
SÓLO LOS PADRES QUE SABEN METERSE EN LA VIDA DE SUS HIJOS
LOGRAN HACER DE ÉSTOS, HOMBRES Y MUJERES DE BIEN.


Y para los hijos: VALOREN A SUS PADRES, SI ELLOS NO SON PERFECTOS
USTEDES MUCHO MENOS, O SI NO, ESPEREN UN POCO A QUE LLEGUEN LOS CRÍTICOS MAS IMPLACABLES DE ESTA VIDA . . .

.. . SUS PROPIOS HIJOS.

martes, 14 de agosto de 2007

¿Padre o amigo?

¿Padre o amigo?


de Sergio Ferreira.

Querido hijo: Cuando yo era adolescente deseaba, igual que tu, que mi padre fuera mi mejor amigo. Sin embargo, no fue hasta que me llegó el turno de ser padre, cuando comprendí la razón por la cual mi deseo jamás se cumpliría. Y no es que mi padre no haya querido ser mi mejor amigo, sino que él entendió que un verdadero padre jamás podrá ser el mejor amigo. Existen varias razones, pero la más importante es que el papel de un amigo es totalmente diferente al de un padre. Un amigo está a tu mismo nivel pues tanto él como tú tienen varias cosas en común tales como la edad, la forma de pensar, los gustos, las actividades y las diversiones. El papel de un padre es mucho más difícil pero sobretodo más importante para ti. Un padre debe proveer a su hijo amor constante, sustento económico suficiente y también una educación académica apropiada hasta donde sus posibilidades le permitan. También debe protegerlo física y emocionalmente, darle apoyo y estímulo emocional, guiarlo y darle siempre buen ejemplo. Pero principalmente, inculcarle valores éticos y morales que lo conviertan en un hombre responsable, autosuficiente y de una gran calidad humana. La influencia de un amigo es completamente diferente a la de un padre y por lo mismo, un padre que trata de ser el mejor amigo no puede ser un verdadero padre. Amigos podrás tener muchos pero padre, sólo uno. El ser amigo es voluntario, es una opción. El ser padre es un privilegio pero más que nada es una obligación moral. Las únicas características parecidas entre un padre y un verdadero amigo son compartir contigo actividades propias de tu edad, ofrecerte apoyo emocional, desalentar tus debilidades de carácter y alentar tu superación. Un amigo no tiene ningún derecho de autoridad sobre ti sin embargo, como padre, yo sí lo tengo. Y no porque me cause gran satisfacción imponer mi autoridad, sino porque es mi deber disciplinarte. El establecer reglas y hacer que se respeten, es un derecho que sólo nos corresponde a los padres y que se adquiere al asumir la responsabilidad completa de un hijo. La autoridad y la responsabilidad van juntas. No se puede exigir libertad o autoridad sin tener obligaciones. Mientras vivas con tus padres y dependas económicamente de nosotros para casa, comida, ropa, escuela, diversiones etc., deberás obedecer las reglas que hemos establecido. Mi compromiso como padre incluye darte lo que necesitas y no necesariamente lo que quieras. Con el tiempo te convertirás en un adulto autosuficiente y junto con tu esposa también determinarás tus propias reglas cuando tengas a tu cargo la difícil tarea de encauzar tu propio hogar. Al nacer tu, Dios me otorgó una bendición que me ha dado una inmensa felicidad pero al mismo tiempo, me asignó una misión que nadie más puede ejercer y que es la más difícil e importante que un ser humano puede recibir. Esa misión es la de ser el instrumento de Dios para indicarte el camino recto a seguir. Algún día tendré que rendirle cuentas a él del cumplimiento de este compromiso tan grande pero a la vez tan noble y satisfactorio. Como padre, mi principal objetivo no es el de ganar votos de popularidad sino el ser un padre responsable y buscar antes que nada, tu formación moral y tu bienestar. Si desempeño bien mi papel, con el tiempo te darás cuenta que estos principios que trato de inculcarte serán lo mejor que como padre pueda ofrecerte. Jamás olvides que a pesar de todo siempre te querré y que estaré a tu lado para celebrar tus triunfos y estaré dispuesto a ayudarte a superar tus fracasos. No importa lo difícil que sea para ti, siempre aspira a ser un mejor hijo, un mejor hermano, un mejor esposo y sobretodo un mejor ser humano ante los ojos de Dios. Algún día comprenderás plenamente la gran importancia y el profundo significado de esta carta. Ese día comenzará una identificación muy grande y significativa entre tú y yo. Cuando llegue ese día, jamás lo olvidarás pues será uno de los más felices de tu vida. En ese día tan especial, recibirás también una hermosa bendición y una responsabilidad extraordinaria. Será el día cuando tengas en tus brazos a tu primer hijo. A partir de ese momento tu también comprenderás que más importante y trascendental que ser un amigo para tu hijo, es ser verdadero padre.

viernes, 10 de agosto de 2007

CUIDA A TU PAREJA


Escrito por el Padre Ricardo Búlmez.

Voy a decir algo, que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo SEGURO que TENEMOS, que lo INSEGURO.
Me explico : yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu PAREJA y la gente se sorprende !! Pero cómo que no voy a cuidar a mi familia? Es MI FAMILIA!! A tu familia no la tienes que cuidar; es tu familia. TU FAMILIA, está SEGURA, nunca se pierde. Ustedes han oído decir a alguien “allí va mi ex hijo, allí va mi ex padre”? No, verdad?. Pero han oído mucho, “allí va mi ex pareja”.
Entre los padres, los hijos, los hermanos, los abuelos, los tíos, los primos … la familia es lo más seguro, que se tiene, no hay ex. Ellos están allí y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse ellos están allí.
Usted no puede decir; “aquella señora que va pasando por allí, fue mi madre por 25 años”… Su madre está allí, ella está segura. Es más, les voy a decir otra cosa,… de todos los amores; que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de PAREJA.
En una pareja no hay consanguinidad. Por eso hay que darlo TODO, para formarse algo.
Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho también. Hay que ser un artista para cuidar una flor. Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura.
Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un “cují coreano”, nadie los riega, pero esta ahí.
Eso que llamamos AMOR ETERNO, se da en papá, en mamá, en un hijo y en amigos, que también pueden llegar a ser un amor eterno; es decir un amor sin condición.
Pero el AMOR en una PAREJA es un AMOR DIARIO, que tiene que cuidarse TODOS LOS DIAS.
Tengo un hermano en los Estados Unidos, que se fue hace más de diez años, y duramos ese tiempo sin comunicarnos. Nunca le llamé y puedo decirlo que, hasta por descuido. Siempre sabía de él, por nuestra madre, y cuando regresó, lo fuí a buscar al aeropuerto, y al darnos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.
Pero vete lejos de tu pareja diez años … haber que encuentras. Por eso EL AMOR DE PAREJA, es AMOR de todos los DIAS. Yo puedo hablar con mis padres cada semana, una vez al mes … Pero si tuviera pareja, la estuviera llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o no. Es que el AMOR es así. Por ejemplo, yo comparo el AMOR de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino, tienen un hijo discapacitado. No es que no quieran a los otros hijos, ellos están seguros. De aquél hijo tienen que estar más pendientes, por que no se puede valer por sus propios medios, se puede caer, a lo mejor no come solo…En cambio los otros están bien, los quieren y saben que están ahí. Si tengo una pareja, ese es el AMOR discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más. El amor de los padres es independiente. El AMOR de PAREJA es dependiente. Ella depende de mí y yo dependo de ella. Estamos unidos “hasta que la muerte nos separe”, EL AMOR que nos debemos es como el amor de un hijo discapacitado.










jueves, 9 de agosto de 2007

Happy Couples!


Happy Couples: What’s Their Secret?

By Kimberly Dawn Neumann


How is it that some couples seem to stay starry-eyed for years, and others let their sizzle, um… fizzle? Well, it appears that successful chemistry sustainers develop healthy coupled-up habits which allow them to keep their love alive and kicking। “People can have a lot of trouble staying close,” says Joyce Catlett, author of Sex and Love in Intimate Relationships। “They get into relationships and think they’re automatically going to know how to make everything work, but figuring out how to stay passionate together is really a skill.” But luckily, these are skills that anyone can learn. Here are six habits that you’d do well to adopt if you want your date to become your happily-ever-after mate.



Habit #1: Catch romance where you can

“You may start out with champagne and roses, but the likelihood of being able to sustain that feeling with a busy schedule is pretty unlikely,” says JoAnn Magdoff, Ph.D., a New York City-based psychotherapist. Successful couples learn to build a bubble of romance at unexpected times – during their daily commute, while doing laundry – and in low-impact ways, whether that be a long, lingering smooch or just holding hands. In other words, the next time you hear yourself say “Oh, look, we’ve got 15 minutes to ourselves,” make use of it—that’s what keeps the spark alive.



Habit #2: Fight fair

Believe it or not, learning to fight right is an important part of keeping chemistry alive. Why? Because if you are constantly cutting each other down, it’s hard to feel mutually amorous. “There is no such thing as a relationship without disagreements,” says David Wygant, author of Always Talk to Strangers. “But if there is an understanding that your partner can come to you with any dissension without being attacked, you will have an honest relationship comprised of ‘open discussions’ rather than ‘fights.’” Debra Tobias, who has been happily married for almost 10 years to her husband Steve, agrees. “Steve and I have learned to listen to each other when we’re upset and we admit when we’re wrong,” says Tobias. “We also make a rule of never, ever saying ‘I told you so’ no matter how much we might want to say it.” The result is that their chemistry doesn’t wane because they never let their arguments escalate to a personal level. Focus on the issue at hand instead of throwing verbal punches.



Habit #3: Nurture your separate selves

Going off to your book club when your sweetie’s out golfing isn’t a sign you two are drifting apart. On the contrary, developing individual interests allows for a richer life as a couple. By taking little “couple breaks,” you gain a greater appreciation of the gifts your partner brings to your life and you have more to offer as well. “It’s very sexy to be independent sometimes,” says Magdoff. “You feel better about yourself and you’re less demanding of your partner when you’re together.” After all, taking some personal responsibility for your own well-being relieves the other person of the pressure to “provide” happiness—so go ahead and nurture some solo adventures. That’ll also keep each of you stocked with plenty of adventures to chat about, which also builds your bond.



Habit #4: Take on a project together

Separate interests aside, exploring new ground together is also important since it strengthens your history of shared experiences. Jo Smith and her husband of four years found this out when they committed to running their first 10K together. “We were training together, carbo-loading and hydrating together, running the race together and ultimately succeeding together when we both finished,” says Smith. “It brought a whole new level of closeness to our relationship because of the time we spent learning as a duo during this endeavor.” Couples who take on adventures together get a sense of daring and accomplishment that can really kick up their chemistry!



Habit #5: Don’t let your sex life slide

No doubt about it, couples with healthy sex lives have no problem keeping chemistry cooking। (That whole “couples’ sex lives naturally fades over time” excuse? Not true.) The trick to injecting more electricity into a lagging love life has to do with trying new things—sure, it can be easy to work on tricks and techniques when you first meet, but people’s preferences can, and do, change over time. “In interviewing people on the topic of sexuality, it became clear that the couples who were the most satisfied sexually were also the ones who were open to some experimentation,” says Catlett. This isn’t to say you suddenly have to become a wild thing, though. Even returning to the basics you may have abandoned along the way – lots of kissing and eye contact, for example – can make the usual encounter feel very different… and much more intimate.




Habit #6: Engage in some mutual admiration।


In order for chemistry between two people to thrive, there needs to be mutual respect. “It’s about putting yourself in the role of an observer of your partner,” says Magdoff. “Watch them “perform” – I’m not saying they need to do a song and dance for you – just pay attention to the everyday things that remind you why you find them so special.” Then, make it a point to lob compliments their way. “A good exercise is to occasionally create a mental list of the qualities you dig about your partner, and to occasionally share one of your thoughts with the one you love,” says Wygant. Because the reality is, you’ll always want to be around someone who thinks you’re fantastic

domingo, 5 de agosto de 2007

EL COMPROMISO MATRIMONIAL


EL COMPROMISO MATRIMONIAL

¿Saben a qué se comprometen - o se han comprometido - al casarse?
Pbro. Gilberto Gómez B.
CENPAFAL - BOGOTA

INTRODUCCION
Ante el altar el sacerdote pregunta públicamente a los novios: "Vinieron con plena libertad a celebrar el matrimonio mediante el sacramento?". La Iglesia quiere cerciorarse hasta el final de que los contrayentes quieren casarse de verdad, es decir, si asumen libre y conscientemente los compromisos naturales y cristianos que son inherentes al estado matrimonial.

Al casarse, los esposos se comprometen a ayudarse mutuamente a conseguir los fines fundamentales de la vida matrimonial. Dicho en otra forma, el SI que se dan el uno al otro supone, de parte de ambos, la libre y consciente aceptación de una serie de compromisos que son inherentes a la relación de una pareja que se compromete en matrimonio y que son componentes del compromiso global de la pareja . La causa de la mayoría de los conflictos - y también de los fracasos - en el matrimonio proviene:

•De que los esposos no tienen ideas claras sobre la naturaleza de la relación que se declararon dispuestos a aceptar.

•O de que hay entre ellos criterios no sólo dispares sino también abiertamente contrapuestos en la manera como comprenden estos compromisos (v.g. en la fidelidad, en el manejo de los bienes, en las relaciones con las familias de origen).

•O en ambos - o por lo menos en uno de los dos - hay actitudes que impiden tomarlos en serio y asumirlos como un estilo de vida.

El compromiso matrimonial (con sus componentes, los compromisos específicos) es el centro de la institución natural del matrimonio y también del sacramento. De la manera como los esposos comprendan y vivan esos compromisos depende la calidad humana y cristiana de cada matrimonio.

Cada cultura enfoca estos compromisos de una manera peculiar. Eso no quiere decir que todos los enfoques sean igualmente válidos, ni favorables para la formación de una sana relación de pareja casada. Los cristianos, particularmente, tenemos un visión de fe sobre la vida matrimonial, que a menudo contradice la visión que del mismo tienen las culturas ancestrales. Los patrones de vida matrimonial que ofrece la sociedad no son siempre garantía de buena inspiración para los cristianos que quieren vivir de acuerdo con su vocación y éstos se ven precisados a distanciarse de esos patrones.

Por esto se impone la necesidad de reflexión cuidadosa por parte de los novios que se preparan para el matrimonio y de los esposos que quieren crecer en su relación conyugal como cristianos. Y ahondar en esta reflexión no sólo es saludable sino también necesario aún para las parejas que llevan muchos años de casados. Siempre encontrarán puntos de crecimiento que requieren mayor atención y esfuerzo.

Y desde luego que es una reflexión también muy útil para quienes hayan convivido antes de casarse. En qué se diferencian una pareja de esposos, de sólo novios, amantes o amigos? Hay personas que no son conscientes de estas diferencias, porque no son conscientes de las exigencias que el matrimonio implica. Por eso quienes de novios juegan a ser esposos, tienen luego la tendencia a jugar a solteros cuando ya están casados.

Conviene explicitar los compromisos concretos que se incluyen en el compromiso global de los que se casan. Cuando no sabemos a qué nos comprometemos no estaremos dispuestos a cumplir. Y cuando estos compromisos no se cumplen, es imposible que el matrimonio les traiga las satisfacciones que ambos esperan. La verdad de la palabra está comprometida en la conciencia que tienen los esposos acerca de los compromisos que asumen y de la voluntad de cumplirlos en su vida.

A. H. Chapman (1) explícita estos compromisos en lo que él llama "primeros principios". Este autor recomienda que las parejas que experimentan dificultades de relación revisen estos compromisos como un camino para buscar soluciones a los problemas que están afectando su vida conyugal. De nuestra parte, la experiencia nos ha demostrado su utilidad tanto para los novios que se preparan al matrimonio, así como también son un material de diálogo para las parejas casadas que se esmeran por mejorar la calidad de su relación. Y en particular cuando estas parejas se preparan para renovar su compromiso matrimonial en un retiro espiritual, una jornada de reflexión, o en reuniones de grupos de reflexión y crecimiento.

1. COMPROMISO DE VIVIR JUNTOS EN AFECTUOSA ARMONÍA.

Este compromiso es obvio, pero por lo mismo son muchos los cónyuges que no lo tienen en cuenta. No ven más allá del capricho del momento, la intoxicación sexual y lo divertido de la luna de miel. Cuando empieza lo cotidiano (cambiar pañales, organizar la economía familiar, compartir las cosas), las incomodidades y exasperaciones que ello implica les irrita en extremo.

Enamorarse de una persona y disfrutar una luna de miel son cosas muy agradables y atractivas, pero una relación afectuosa y armónica requiere una cadena de duros esfuerzos, flexibilidad y tolerancia recíproca a lo cual pueden no estar dispuestos. La idea de lograr que un matrimonio se desenvuelva dentro de los límites de una afectuosa armonía quizá no resulte muy romántica, pero es imperativa en un matrimonio bien logrado.

A los esposos que celebran su matrimonio sacramental el sacerdote no les pregunta qué tan locamente enamorados están sino: "Al elegir el estado del matrimonio, están dispuestos a amarse, a honrarse y a respetarse toda su vida?". El SI que dan ambos no es sólo para una fiesta y una luna de miel. Es para vivir juntos, no uno a expensas del otro, sino luchando diariamente para que su convivencia sea para ambos no sólo tolerable, sino agradable; no sólo agradable sino enriquecedora.

2. COMPROMISO DE MANTENER UNA RELACIÓN SEXUAL SANA ENTRE AMBOS Y CON NADIE MAS.

Dicho en otra forma, a mantener entre los dos una relación sexual fiel, exclusiva y sana. Por más que digan otra cosa los pseudo-revolucionarios sexuales o los teorizantes sociales, la inmensa mayoría de los que se casan tienen en mente, al menos el día de la boda, mantener una relación sexual sana sólo con sus respectivos cónyuges y no andarse en aventuras amorosas. Si ambos no ponen empeño en lograr esta buena relación sexual o si uno de los cónyuges descubre que el otro se entrega a galanteos, vienen los disgustos, las reclamaciones y los resentimientos y el matrimonio fracasa.

El hecho de que muchos de los futuros contrayentes han tenido una sucesión de relaciones sexuales antes del matrimonio complica las cosas. Porque el compromiso de limitarse en lo sucesivo a una sola persona significa un notable cambio de estilo de vida, no imposible pero sí difícil. Además, como los que han de someterse a este cambio son los dos, el porcentaje de posibilidades de fracaso en este punto se duplica.

Los futuros esposos van a necesitar tiempo y paciencia y mucho amor para lograr una relación sexual armónica y mutuamente satisfactoria.

3. COMPROMISO DE FORMAR UNA UNIÓN ECONÓMICA.

Las necesidades y caprichos de ambos han de pagarse de unos ingresos comunes; ingresos que tal vez aporte un sólo cónyuge o tal vez los dos. Surge entonces el complicado problema de prioridades. Y como los anhelos de cosas y servicios han de satisfacerse de la misma fuente básica, las ocasiones de conflicto se presentan a cada paso. Después de satisfacer las necesidades básicas comunes (vivienda, salud, alimentación, vestido, impuestos) la pareja debe establecer acuerdos sobre lo que puede gastar cada uno en otras cosas (ella en lujos y cosméticos, él en deportes y hobbies). Cada uno tendrá que asegurarse de que sus propios gastos no se excedan y ofendan al otro. Cuando este acuerdo no se hace o cuando se hace y no se cumple, vendrán a fin de cada mes peleas y mutuos reproches por los gastos realizados. La austeridad (diferente de la tacañería) y la generosidad (diferente del despilfarro) son dos virtudes que ambos deben aprender y practicar para lograr una armónica gestión de la economía hogareña.

4. COMPROMISO DE CONVIVIR LOS DOS CON LOS HIJOS.

La relación con los hijos aporta muchas satisfacciones a la pareja, pero también implica mantener con ellos unas relaciones complicadas, enojosas y prolongadas. Cuando los hijos entran en escena, la relación entre los esposos se vuelve más intrincada. Y si a esto se agrega la presencia de hijos provenientes de anteriores uniones de uno o ambos cónyuges, la cosa se complica todavía más. Los hijos son de los dos y ambos tienen que ver igualmente con ellos.

En el momento de casarse el sacerdote pregunta a los contrayentes: "Están dispuestos a recibir responsable y amorosamente a los hijos como don de Dios y a educarlos según la ley de Dios y de su Iglesia?".

La pareja debe ser consciente de que el ingreso de los hijos en sus vidas va a exigirles cambios y adaptaciones que van a perturbar su comodidad a ambos. La pareja debe lograr una buena base de entendimiento sobre los criterios de crianza y educación de esos seres nuevos, cómo formar sus personalidades y cómo habrán de ser las relaciones de papá y mamá con cada uno de ellos (que al principio son niños, no pequeños adultos, pero que están llamados a crecer y a ser adultos en su momento).

5. COMPROMISO DE ACTUAR EN SOCIEDAD COMO UNA PAREJA CASADA.

Esto significa que ambos deben presentarse ante parientes y conocidos y ante el público en general, como personas unidas por un lazo especial, exclusivo. Ya no son sólo novios, o amigos. Son esposos ahora. En sus relaciones con amigos y conocidos, especialmente si son del otro sexo, ambos deben evitar todos aquellos comportamientos que puedan ofender al otro, respetar las exigencias de la fidelidad conyugal. Tal vez sea necesario revisar las relaciones sociales que se tenían antes de casarse. Con frecuencia las amistades de solteros no convienen como amistades de casados. Hay que respetar las sanas costumbres que establecen las fronteras entre solteros y casados.

6. COMPROMISO DE DAR PREFERENCIA AL CÓNYUGE POR ENCIMA DE TODA OTRA PERSONA.

El viejo precepto bíblico de "Dejar padre y madre" expresa una necesidad de la vida de pareja y, por tanto, implica un compromiso que ambos deben respetar. El esposo debe estar más atento a las necesidades y a los sentimientos de su esposa que a los de su propia madre o de su jefe. La mujer debe conceder mucha mayor prioridad a las necesidades y sentimientos de su marido que a los de sus queridos padres o hermanos. Son muchos los matrimonios que fracasan porque no se cumple este compromiso. Quienes dicen "Primero conocí a mis padres y a mis hermanos que a mi esposa o a mi marido" están afirmando algo obvio; pero olvidan algo, también obvio: que al casarse se comprometieron a dar a su cónyuge la primera prioridad.

Las relaciones con los hijos deben tener una especial prioridad frente a las otras relaciones, pero no deben sobrepasar la prioridad que se deben los esposos entre sí. El matrimonio queda más protegido cuando las relaciones con los hijos se enfocan en forma de pareja-hijo que cuando se enfocan unilateralmente padre-hijo y madre-hijo.

Ambos esposos tienen que ser igualmente cuidadosos de que sus propios parientes (en especial sus queridísimos padres) no se metan como una cuña entre los dos. Y en lugar de dejar a que sea el otro el que defienda la existencia de la relación de pareja ante extrañas intervenciones, sea cada uno responsable de poner en su puesto a su "amorosa" madrecita. En realidad, el peligro proviene más de la pareja inmadura que de la suegra entrometida.

7. COMPROMISO DE MANTENER ENTRE LOS DOS UNA INTIMA COMUNICACIÓN QUE INCLUYA IDEAS, SENTIMIENTOS Y ACTITUDES.

La comunicación es fundamental en el matrimonio. Sin ella no se mantiene la vida de pareja. Y no es posible hacer matrimonio sin pareja. Cuando los miembros de la pareja ignoran la existencia de este compromiso, o si lo conocen no lo cumplen, o conociéndolo y queriéndolo cumplir no saben cómo hacerlo, crean entre ellos una situación que hace imposible el mantenimiento de una vida matrimonial sana.

La pareja necesita destinar tiempo y crear ambiente propicio para mantener esta comunicación, aislándose de personas y de situaciones que los distraigan (televisión, teléfono, etc.). Un alto porcentaje de problemas matrimoniales se solucionarían adecuada y oportunamente, sin necesidad de llegar hasta el psicólogo o psiquiatra, si ambos esposos se dedicaran a desarrollar su capacidad de conversar y dialogar juntos. La mayor parte del trabajo de los consejeros matrimoniales se dedica a ayudar a las parejas a reiniciar la comunicación interrumpida y, a veces, hasta de iniciarla porque de novios tampoco supieron hacerlo.

8. COMPROMISO DE MUTUA AYUDA EN TODAS LAS FORMAS POSIBLES.

Este compromiso mira a hacer efectiva la solidaridad que debe caracterizar la forma de vida de los que son esposos "en la alegría, en la adversidad y en el dolor, en salud y en enfermedad, en pobreza y en prosperidad". En la voluntad creadora de Dios varón y mujer han sido creados para ser mutua ayuda y compañía. Cada uno debe ser para el otro la persona con quien pueda contar siempre en las necesidades, la primera a quien habrá de llamar para compartir las penas y las alegrías.

Esta mutua ayuda debe ser habitual, pero debe darse especialmente en los momentos de necesidad extrema. El anhelo profundo de los que se casan es el de tener compañía en las buenas y en las malas. Y el matrimonio ofrece la esperanza de garantizar esta ayuda y esta compañía.

Cuando este compromiso se rompe, así sea en pequeñas cosas, la soledad invadirá a la pareja y se arriesga a dar lugar a intervenciones de extraños, tal vez necesarias pero siempre dañinas para el matrimonio.

9. COMPROMISO DE PASAR MUCHO TIEMPO EN MUTUA COMPAÑÍA.

Hay parejas que durante el noviazgo y primer tiempo de matrimonio pasaban mucho tiempo juntos, pero después permiten que el trabajo, la televisión y las relaciones sociales invadan el tiempo de la pareja y al final se miran como extraños. Si hicieran un recuento de las horas semanales que pasan juntos, se darían cuenta de que él pasa en la oficina más tiempo con su secretaria que con su esposa, y ella está más tiempo con sus amigas, parientes o con sus compañeros de oficina que con su marido.

Durante el matrimonio van a necesitar revisar con frecuencia las prioridades de tiempo y la forma como aprovechan las oportunidades de estar juntos y solos. El pretexto de "no tengo tiempo" arruina muchos matrimonios y es indicio de no querer empeñarse en una vida matrimonial de buena calidad. Las parejas que de verdad, por razones independientes de la voluntad (v.g. las condiciones de trabajo y la profesión de los dos o de uno) tienen especiales dificultades para dedicarse buen tiempo a estar juntos, necesitan ingeniarse para aprovechar el tiempo juntos hasta el máximo. De lo contrario se generaría una situación de abandono afectivo, de pésimas consecuencias.

10. COMPROMISO DE FORMAR JUNTOS UNA RELACIÓN QUE DURE INDEFINIDAMENTE.

Para los esposos cristianos significa el compromiso de indisolubilidad, de empeñarse en una relación que nada ni nadie pueda romper: "Lo que Dios ha unido, que nadie lo separe". Es empeñarse en que la relación dure.

Los novios o los amantes pueden romper su relación cuando lo estimen conveniente. Los esposos no. Esta afirmación quizá parezca anticuada, ingenua o tonta cuando el porcentaje de divorcios y separaciones aumenta con mayor velocidad que los precios en los supermercados. Pero esto es lo que los cónyuges se prometieron ante el altar: "Me entrego a ti y te acepto como cónyuge....... para amarte y honrarte hasta que la muerte nos separe", o más claramente "..por todos los días de nuestra vida".

A propósito de la mentalidad divorcista, tan en boga hoy, anota Chapman: "Actualmente está de moda, en algunos círculos, el proponer que los cónyuges se separen voluntariamente y formen nuevas uniones en varios estadios de la vida adulta. Según un autor, la primera boda sería por amor, la segunda para criar hijos y la tercera para tener compañía en la edad madura y en la vejez. Desde el punto de vista psiquiátrico, tal recomendación no es sino una perniciosa estupidez. Este consejo presupone que ciertas personas en diferentes épocas de sus vidas están mejor dotadas para el amor, o para criar hijos, o para hacerse compañía la una a la otra. Tal combinación sólo serviría para triplicar las probabilidades de que formarán matrimonios desdichados....El casarse con la idea concreta de divorciarse al cabo de un tiempo, significa decidirse a perder el partido aún antes de empezarlo. Un matrimonio laborioso, feliz, con todas las complejidades de la educación de los hijos y sus consecuencias sociales y económicas es mucho mejor que la superficialidad y la inestabilidad de una relación fundada en el tictac de una bomba de relojería".

Esto lo dice un científico desde su óptica de psiquiatra. El cristiano por la fe sabe que el matrimonio es obra de Dios y que debe tratarse como El lo quiere. El matrimonio es un pacto para perfeccionarlo en la realidad diaria y no para romperlo ante las primeras o segundas dificultades.

El conflicto es inherente a toda relación entre personas diferentes. Aprender a resolverlo en forma constructiva es la tarea que tienen los esposos, desde antes de casarse.

La oración de Sara, la noche de su boda con Tobías, refleja el anhelo de los que verdaderamente se aman: "Señor, concédenos que los dos lleguemos juntos a la vejez". Y no sólo un anhelo, sino también un programa de vida. Dios les regala el tiempo, pero es responsabilidad de cada pareja de esposos aprender a caminar juntos cada día para llegar juntos a la vejez.

(1) Adaptación de A. H. Chapman - CONFLICTOS DEL MATRIMONIO - Bruguera - Libro Amigo N. 473 - pp. 43-51 "Repaso de los primeros principios" - Barcelona - 1977.



CÓMO TRABAJAR ESTE TEMA?

NOVIOS:

A. Cada uno por aparte lea cada compromiso y su explicación.
B. Pregúntese: Qué tan dispuesto estoy a cumplirlo aunque me cueste?
C.Califiquen con toda honestidad cada respuesta dada, de acuerdo con la siguiente escala:

Totalmente = 5 puntos
En parte = 3 puntos
No dispuesto = 0 puntos

Compromiso 12345678910Calificación

Total de puntos: ___________

D. Comparen los resultados y discutan sobre aquellos compromisos que resultaron calificados con 3 o con 0 en cada uno. Están dispuestos a reconsiderar su actitud? De lo contrario, aunque estuvieran de acuerdo, esto será fuente de considerables problemas en su matrimonio.

E. Cada uno sume la totalidad de sus puntos.

De 45 a 50 puntos: EXCELENTE POR AHORA. Ojalá que no rebaje después de casado. Pero no olviden seguir trabajando los puntos de desacuerdo.

Entre 40 y 44 puntos: BIEN.Hay una buena base de acuerdo, pero todavía hay bastante por hacer.

Entre 35 y 39 puntos: APROBADO. Pero están tocando la línea de "apenas suficiente". Necesitan dialogar mucho para lograr acuerdos que favorezcan el puntaje.

34 puntos o menos: REPROBADO. Todavía no está listo para el matrimonio. Si persisten sus actitudes de no aceptar los compromisos, es excelente candidato para soltería permanente.

ESPOSOS:

A. Cada uno lee por aparte el contenido de cada compromiso y su explicación.

B. Luego de leer el compromiso, pregúntese y responda por escrito:

1. Cómo estoy cumpliendo este compromiso ahora?
2. Qué dificultades hay en mí y en el ambiente para cumplirlo a cabalidad?
3. Qué tan dispuesto estoy a cumplirlo aunque me cueste?
4. Qué voy a hacer para cumplirlo en concreto.

C. Al terminar de trabajar todos los compromisos, seleccionar aquellos puntos de crecimiento en los cuales se empeñará en trabajar especialmente durante los próximos tres meses.
D. Las parejas realizan un diálogo sobre cada compromiso y elaboran acuerdos para ayudarse mutuamente a cumplir estos compromisos.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Los 10 NUNCA del matrimonio


Para que la vida en común de la pareja tenga armonía, lo más importante es que tanto el marido como la esposa, tomen un tiempo dedicado sólo a conocerse y aceptarse cada uno a sí mismo, pensando qué quieren cambiar personalmente y poner manos a la obra।


Otro paso importante es conocer al ser amado, aceptarlo tal como es, sin pensar en cambiarlo। La convivencia se logra a base de pequeños detalles diarios, tal vez no perceptibles, pero que si dejan de existir, hacen que poco a poco la armonía vaya desapareciendo.


Por ello, he aquí diez pequeños consejos que pueden ayudar a la vida matrimonial:


1-Nunca se enojen los dos al mismo tiempo, pues en lugar de dar paso a la calma y lograr resolver la causa del enojo, pueden llegar a una fuerte discusión. Al no tener dominio de uno mismo, se puede llegar a lastimar al otro. Es mejor aprender a escuchar el retumbar de los cañones como el que no oye, sin dejar que las palabras del otro lo hieran, y después, ya con tranquilidad, discutir calmadamente, llegar a un acuerdo y lograr la solución.


2- Nunca se griten. ¡A menos que se esté quemando la casa!, pues al gritarse se va perdiendo el respeto mutuo, tan importante en la convivencia de la pareja, y también para el respeto que se debe a los hijos y por el ejemplo que ellos observarán día a día.


3- Nunca se pongan a recordar errores y culpas pasados. A nadie le gusta que le digan sus errores, más si éstos tuvieron alguna consecuencia como generalmente sucede. Es mejor cantar ya lo pasado, pasado..., que arrieros somos, y en el camino andamos.


4- Descuiden al mundo entero pero... nunca se descuiden entre sí. Dense mutuamente su tiempo, pero con la mejor calidad de presencia. No basta saber quién es lo más importante para uno, hay que demostrarlo.


5- Nunca se separen sin decirse palabras tiernas que puedan recordarse durante la ausencia, por breve que sea. Cuando novios, recordaban la ultima palabra cariñosa y la saboreaban todo el tiempo. Ahora con mayor razón hay que decirlas.


6- Nunca dejen que el día termine sin aclarar situaciones de enojo y lograr una reconciliación. El beso de las buenas noches ayuda a suavizar el coraje, muérdete el orgullo y busca a tu pareja y muchas veces ahí surgirá la reconciliación.


7- Nunca se reúnan sin poner ternura, cariño y respeto en la bienvenida. Él debe ser el rey y ella la reina del hogar. Incluso es bueno dejar de hacer lo que se éste haciendo, con tal de atender, escuchar e interesarse en las cosas del cónyuge.


8- Nunca olvidar los momentos felices del principio de su relación. A pesar de los reveses, hay que tratar al otro con mucho amor y seguir disfrutando de ese tiempo juntos, aunque haya inconvenientes.


9- Nunca suspirar por lo que pudo haber sido sino sacar el mayor provecho de lo que es. (Todo es según el color del cristal con que se mira). Aprovechar esas energías que un joven matrimonio tiene, en crecer juntos, en lugar de gastarlas en pequeñeces.


10- Nunca sentirse satisfechos hasta saber que ambos van caminando por la misma senda que conduce a la felicidad, por ese camino que han ido limpiando día con día y que se ha ido preparando, no sin esfuerzo y con una que otra pena.


Estas reglas funcionan los trescientos sesenta y cinco días del año। El error es pensar: Hoy tal vez no lo haga, mañana sigo. Es...como las dietas: si se van posponiendo nunca llegará el día de empezar. Se necesita mucha fuerza de voluntad inundada de amor, jovialidad, optimismo y una mente siempre joven dispuesta a amar y a perdonar los errores del otro.


Alejo Saavedra


Fortaleciendo el Matrimonio


El objetivo de este Blog es crear un espacio para encontrar o reforzar los aspectos importantes que se requieren para que un matrimonio no llegue a la decisión de Divorcio.

La familia es la célula de la sociedad, donde se realiza la formación de las nuevas generaciones, y si ésta se fractura, tendrá afectación directa al futuro de los grupos sociales y hasta ciudades y países.

Buscaré traer guías, "tips", opiniones, exámenes, artículos que apoyen a las parejas a encontrar razones para seguir juntos, más que buscar razones para separarse.

Si con esto logro que al menos una pareja haya evitado su divorcio, habrá cumplido su comentido.